APLAMA conmemora los 25 años dedicados al servicio del arte y de los artistas vinculados con nuestra ciudad, y lo hace ofreciendo una exposición del más alto nivel con Fundación Málaga como mecenas.
La exposición es el resultado de años de búsqueda por parte de los coleccionistas malagueños María del Carmen Moyano y Francisco Quero que, desde su galería en Baden-Baden (Alemania) y movido por una extraordinaria fascinación por Picasso, comenzaron en los años 80 a coleccionar sus carteles. Esta pasión le llevó a visitar diferentes galerías, marchantes o coleccionistas de arte por Alemania y París con el fin de cumplir con su objetivo de coleccionar el mayor número posible de carteles originales de Picasso.
Los carteles que Picasso realizó fueron creados para contribuir y colaborar en actos políticos y, sobre todo, para dar difusión de sus propias exposiciones. Esta muestra có¡ontó con carteles de ambos tipos. Así mismo, realizó carteles en pequeño y gran formato en relación con movimientos relacionados con la paz o amnistía internacional, en los que el emblema de la paloma se convirtió en símbolo internacional reconocido y aceptado por todos, paloma de la que también contamos con una representación importante en esta exposición.
‘Los carteles de Picasso (1955-1982)’ se caracteriza por la variedad. Por un lado, se pudieron ver retratos como los de Paul Picasso, Dora Maar o Antonio Machado, los famosos bodegones al más puro estilo cubista, paisajes, desnudos femeninos, sus famosos payasos, arlequines, palomas o la fiesta nacional. También su reinterpretación de los clásicos con las Meninas e incluso fotografías del propio Picasso, y aunque la muestra corresponde a carteles de exposiciones que arrancan en 1955, bien entrada la segunda mitad del siglo XX, se vieron que muchos de estos carteles se ilustraron con obras de hasta principios del siglo XX.
La variedad se observa también en el tipo de exposiciones que ilustran estos carteles, pues además de para congresos relacionados con la paz o amnistía internacional, en concreto a favor de las víctimas del franquismo, pudimos ver carteles de exposiciones para diferentes disciplinas como la pintura, la cerámicas o los grabados, individuales o colectivas.
Por último, en alguien tan productivo como Picasso, que contó con una vida muy larga y pudo estar en contacto con los principales movimientos artísticos del siglo XX, la variedad estilística es también notable en esta exposición. El visitante pudo ver obras de diferentes etapas que ilustran estos carteles, desde el Cubismo, el Neoclasicismo, el Expresionismo, el Período Vallauris, donde diseñó platos y cerámicas, hasta llegar al estudio de los clásicos en su última etapa como ocurre con las Meninas de Velázquez.
Fotografía: Lorenzo Carnero.
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