Un nuevo año comienza y es muy habitual que tengamos muchos propósitos de mejora o cambio: hacer más deporte, apuntarse a inglés, ir a cenar con tu pareja al menos una vez al mes…y así, infinidades de posibles futuros “me gustaría este año hacer…”
Pero lo que suele ocurrir es que todos esos nuevos propósitos se quedan la mayoría de las veces en agua de borrajas porque no encontramos la motivación y ganas suficientes para poder llevarlos a cabo.
¿Cómo podríamos cambiar eso? ¿Qué diferencia hay entre la gente sumamente disciplinada que consigue correr maratones o sacarse un máster y los que no consiguen ir más de dos veces seguidas al gimnasio a pesar de haber pagado la cuota , y lo que es peor …la matrícula?
En primer lugar, te diría que todo lo que te propongas lo puedes conseguir. El ser humano es capaz de hacer cosas extraordinarias y seguro que conoces muchos casos de gente que se supera de manera increíble y viven una vida justo a la medida de cómo ellos desean.
A veces el sólo pensar todo aquello que queremos conseguir hace que se nos quiten las ganas siquiera de empezar, así que te propongo que hagas una lista con todos aquellos propósitos para este año que te gustaría cambiar. Haz la lista poniendo al principio aquello que deseas cambiar con más ganas y luego vas añadiendo las demás cosas, por orden de importancia para ti. Puede que sólo sea una cosa o varias, eso no importa. Una vez que lo vemos escrito nos será más fácil visualizarlo. Podemos imaginarnos con ese objetivo conseguido y también te animo a que intentes recrear cómo te sentirías, todas esas emociones positivas que conseguirías en tu vida. Imagínate cómo te sentirías si al final consigues perder esos kilos que te agobian, o si finalmente ya no necesitas fumar, o cómo quedaría ese título de inglés enmarcado en alguna pared de tu casa.
Después hay que pasar a la acción. No existe una fórmula mágica válida para todo el mundo, porque somos tan diferentes, que a veces lo que sirve para unos no sirve para los demás. Pero algo que suele funcionar de forma general es empezar poquito a poquito. Es decir, si fumas un paquete de cigarros al día, pues puedes empezar quitando uno o dos cigarros al día o incluso por semana, para que sientas que finalmente podrás adaptarte. Si quieres correr un maratón el año que viene, puedes empezar caminando dos o tres veces por semana una media hora, y así vas incrementando días y tiempo a medida que vayas necesitando más. No es lo mismo pensar que tienes que perder 20 kilos, que pensar, bueno, empiezo perdiendo dos kilos, ese es mi reto. Y así, de dos en dos finalmente me iré acercando a mi objetivo final. No pierdas el ánimo ni la fe en tu capacidad de conseguir aquello que te propones. Confía en ti y en tus posibilidades. Y si tienes un pequeño tropiezo, sé indulgente contigo. No somos máquinas, podemos saltarnos algún día aquello que habíamos programado. Pero no te rindas, sigue adelante. Es mejor tener un pequeño tropiezo que sentir que al final no consigues aquello que te propones. Todas las personas son extraordinarias en sus aptitudes y sus fortalezas, no te imaginas de lo que eres capaz de hacer, así que mucho ánimo y ve a por aquello que deseas. Tenemos mucho más control de nuestras vidas de lo que realmente pensamos. Hay cosas que no podemos cambiar, pero hay muchísimas que sí, aunque nos paralizamos por miedo o inseguridad. Coge las riendas de tu vida y diséñala a tu gusto.
Estoy rodeada de gente increíble, gente que supera adicciones, gente que empieza a aprender chino a los cuarenta y pico, gente que empieza a hacer deporte y hacen maratones disfrazados con luces, gente que se enfrentan a sus miedos…y así, un número interminable de gente extraordinaria que te hacen sentir que se puede, claro que se puede.
Feliz año 2018, te deseo que consigas aquello que te haga feliz.
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