Por si las moscas…

Estamos celebrando el nuevo año, no hay campanas ni fuegos artificiales. Tampoco televisión ni teléfono móvil.

La humanidad ha desaparecido, el hambre terminó con el género humano a consecuencia del exceso de prosperidad y adelantos tecnológicos.

Una vez terminada la segunda guerra mundial allá por el 1945, se empezó a temer una tercera guerra mundial… Sin embargo, la tercera nunca llegó, más bien fueron muchas guerritas pequeñas donde los pobres se mataban entre ellos y los que fabricaban las balas se llevaban la ganancia.
En eso estaban nada menos que en Corea y se encontraron que el enemigo no eran humanos…¡eran los mosquitos!

Orden superior: ¡Debe urgentemente inventarse algo contra los insectos!
Dicho y hecho: Señores aquí tenemos el nuevo insecticida, el DDT… no quedará un solo insecto sobre el planeta.

Sin embargo los insectos también se movilizaron sacando a lucir sus resistencias.

Nueva orden: ¡Inventen algo más poderoso, es una orden!

Dicho y hecho mi general, aquí tiene el Malathion y el Diazinon…ahora sí lo lograremos!

Nostradamus profetizó muchos cataclismos pero Einstein sin ser adivino ni vidente una vez dijo, así como al pasar, que si morían las abejas se terminaba la vida… y así fue.

¡Cumplidas sus órdenes mi general!

Las primeras en irse fueron las plantas al no haber polinización y al no haber alimento para los animales estos se fueron enseguida también.

Solamente un grupo de humanos sobrevivientes, escasamente treinta y tres, junto con sus perros , emprendieron la partida al exilio.
Destino: ¡Las cumbres andinas, posiblemente allí no habría llegado la desolación.La tierra de los Incas!

Se llevaron tan solo abrigo, agua y un tesoro sagrado, lo llamaron el ARCA . Era custodiado día y noche, conservado siempre a la misma temperatura y humedad, aislado hasta del aire mismo.

Cuenta la leyenda que el origen de los Incas fue una pareja, Manco Cápac y Mama Ocllo, que descendió del cielo a las aguas del Lago Titicaca, en los Andes, en las heladas alturas del altiplano.

Si vinieron de otro planeta aún no se sabe pero sí que allí comenzó la vida que llegó a ser un imperio. No era ni capitalista ni socialista. Todo iba bien hasta que llegó… la ambición por el oro y terminaron con esa gran cultura.

¡Cumplidas las órdenes, el oro está a salvo!

Estos 33 terrícolas y sus fieles perros se establecieron precisamente allí, en el frío y donde la atmósfera y las aguas aún estaban puras al igual que la tierra aunque sin vegetación. ¡Gran alborozo cuando descubrieron que en el sagrado lago aún habían peces!

Reunidos decidieron que allí comenzaría la nueva humanidad, fue el momento de abrir el ARCA y sembrar las semillas y bulbos que con tanto esmero habían cuidado pero descubrieron que en el ARCA también había restos de un panal de abejas…y opérculos sin abrir: ¡eran crías de abeja! Solo necesitarían nacer y producir una nueva reina.

Los peces fueron la salvación del grupo y de a poco las aguas comenzaron a generar plantas nuevamente, nacieron las abejas y así una nueva humanidad.

Hoy, año 2021 en una isla Noruega en el Artico posiblemente inspirados en esta historia, existe un “Banco Mundial de Semillas”. Las instalaciones las llaman: “Las cámaras del fin del mundo”… ¡esta vez la iniciativa vino de los descendientes de los Vikingos!

Por si las moscas… seguimos buscando agua en Marte.

Sugerencia a los lectores: El autor y Revista Todo agradecen la opinión de los lectores e invitan a sugerir temas y/o presentar opiniones. Pueden hacer llegar al Email del autor: guidopet2@hotmail.com.