La época de las compras navideñas es la preferida por los consumidores para hacer sus compras pero también para los ciberdelincuentes, que aprovechan el incremento del uso de webs, apps y e-commerce para realizar esas compras, para estafar a los compradores.
El fraude a través de servicios de pago online aumentó más de un 200% en el Black Friday y el número total de bloqueos de ataques financieros de phishing disfrazados de sistemas de pago electrónico entre los meses de septiembre y octubre de 2021, pasó de 627.560, a casi 2.000.000 a nivel mundial.
El método más empleado es el envío por los ciberdelincuentes de un spam muy atractivo, anunciando por lo general productos a precios muy baratos, por lo que la víctima accede a estos enlaces. Durante las últimas semanas, estos estafadores han utilizado 221.745 veces las palabras “Black Friday”, “Navidad” y “Fin de Año” para captar a los consumidores.
¿Qué hacer para evitar problemas con el comercio electrónico?
Antes de realizar una compra online debemos:
- Comprobar dónde está la empresa. Como veremos más tarde, esto será importante a la hora de reclamar y defender nuestros derechos.
- Leer la política de garantías y devoluciones que aparezca en la web.
- No proporcionar datos personales cuando utilizamos conexiones wifi públicas, pues estas son muy vulnerables y facilitan el robo de datos sensibles.
- Buscar opiniones de otros usuarios, en especial cuando los productos se adquieren en webs situadas en otros países (China, EEUU…).
- Verificar que cuando llegamos a la pantalla de pago nos encontramos en un entorno web seguro, mediante el símbolo del candado o similar.
- Nunca proporcionar el PIN. Lo habitual es introducir el nº completo de la tarjeta, fecha caducidad y dígito de control, pero nunca el PIN.
¿Cómo reclamar si tenemos problemas con nuestras compras online?
Si hemos comprado en una web con sede en España, nuestro consejo es remitir una reclamación por escrito a la misma dirección que debe aparecer obligatoriamente en la web. Si la respuesta no nos es satisfactoria o simplemente es inexistente, habrá que dirigir una reclamación al Organismo de Consumo correspondiente.
De no obtener solución a nuestra reclamación, y siempre que se trate de una empresa con sede en España, el consumidor se vería abocado a utilizar la vía judicial para reclamar y defender sus derechos.
Si hemos realizado la compra en una página web con sede en uno de los países miembros de la UE, es posible plantear una reclamación en la plataforma ODR del Centro Europeo del Consumidor.
Pero también es habitual que la compra se haya hecho en una web de una empresa situada en China o EEUU. Los precios son por lo general muy competitivos, pero los inconvenientes de comprar en webs de estos países no residen únicamente en el tiempo que pueden tardar en llegar los productos. También podemos ver que los productos adquiridos no responden a lo pactado o que sufren defectos o averías.
Antes de adquirir cualquier producto en una web de un país extracomunitario, debemos valorar si realmente nos compensa ese bajo coste con los eventuales problemas futuros a los que nos podemos enfrentar.
Si tenemos algún problema en estas compras, también cabe la correspondiente reclamación a través del servicio ofrecido por la propia empresa y ante los organismos de consumo designados por el país correspondiente. En última instancia, si la reclamación no ha sido atendida o el problema no ha sido resuelto, cabría iniciar una reclamación judicial ante los tribunales de ese país, si bien habrá de valorarse su conveniencia, por ser una medida lenta y costosa.
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