Para comenzar este artículo y a modo de introducción, hemos de saber que las consonantes se dividen en distintos tipos según el punto de articulación que tengan: las bilabiales, las guturales, las palatales, dentales, labiodentales…y las consonantes nasales; que son la m, la n y la ñ y centrarán nuestra atención en este artículo. Reciben este nombre porque al emitirlas el aire sale por las fosas nasales, al igual que como pasa con las bilabiales, por ejemplo, se llaman así porque se pronuncian con los labios como es el caso de la b.
Para hacer un experimento muy práctico y descriptivo, verás que si te tapas la nariz será mucho más difícil producir estas tres consonantes nasales ya que el aire no puede salir libremente.
Uno de los problemas que alteran una buena calidad del sonido al hablar es el sonido nasal o habla nasalizada. Se trata de una alteración en el velo del paladar que hace que por distintas causas no suba como debe y provoca que los sonidos suenen todos nasales al no tapar el espacio que divide la zona de la cavidad oral de la nasal.
Existen multitud de ejercicios para combatir este problema que ocurre bastante más de lo que se piensa. Personas con poca movilidad velar, que han sufrido algún ictus o accidente cerebrovascular, con parálisis, hemiparesias, etc. Son muchos los casos que se pueden describir y que se incluyen dentro de otras patologías pues el habla nasal se puede dar de forma aislada o como efecto secundario de algún síndrome o enfermedad principal que se padezca.
Apreciamos pacientes con esta dificultad cuando oímos una voz que tiende a ser gangosa, voz oscura y poco clara. En ocasiones el sonido es bastante similar a las situaciones en las que tenemos las fosas nasales obstruidas por mucosidad e incluso se puede ver implicada la respiración, que suele ser oral por lo que añadimos más puntos negativos para tener una voz clara. La respiración oral provoca además un fallo en la coordinación fonorespiratoria por lo que se puede añadir a la voz nasal en muchos casos un tartamudeo (disfemia) o exceso de salivación entre otros.
Es muy importante que desde el primer momento en el que pensemos que podemos tener este problema acudamos a un especialista.
Los logopedas estamos capacitados para ayudar en estas situaciones ya que implica directamente al lenguaje expresivo y en la terapia se aportarán ejercicios que con una práctica continuada mejorarán la movilidad del velo del paladar paulatinamente. Ejercicios tales como praxias, respiraciones, masajes y otras técnicas de estimulación velar adaptadas a cada paciente según las necesidades individuales
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