Echó a andar una nueva temporada para el Vélez CF en tercera división con la ilusión de siempre, en los últimos años, cumplir un gran papel que le lleve a poder pelear por estar en los puestos de arriba. Esta vez lo ha hecho de una manera peculiar porque no es normal que la primera jornada se suspenda, por problemas climatológicos de vuelo del River Melilla para llegar a Vélez, y la siguiente se aplace, en este caso por cambio de césped en el Miguel Moranto de Huétor Tájar. Es como comenzar la carrera desde un escalón inferior para poco a poco recuperar la normalidad de una campaña que tras la pretemporada se presenta ilusionante, a pesar de algunos reveses que se han asumido.
Primeramente, a destacar un relevo en el banquillo con la confianza puesta en el joven técnico granadino Antonio Gálvez después de la no renovación de Lucas Cazorla. Tras varias campañas como formador en las escalas inferiores del Granada CF y Málaga CF, a sus 36 años muestra ya una contrastada experiencia como ayudante técnico y preparador físico en clubes de la talla del Lucena CF o la pasada temporada en el CD El Palo. El primer revés que encuentra es la estampida de jugadores de la pasada campaña lo que ha llevado a la secretaría técnica del club comandada por Francisco José Gómez Villarrubia