Llegan las vacaciones de verano y con ellas aumentan los contratos de alquileres de apartamentos turísticos, tanto a través de plataformas especializadas como directamente con particulares, siendo ésta una interesante alternativa a los tradicionales establecimientos hoteleros. Dichos alquileres presentan ventajas, pero también inconvenientes.
La principal ventaja de contratar un alquiler turístico supone poder disfrutar de estancias más prolongadas por menor precio que en un hotel, disponer de un ámbito más privado y tener mayor independencia y flexibilidad de horarios.
En muchas ocasiones, la contratación se realiza a través de plataformas de alquiler vacacional, que cuentan con una amplia oferta de inmuebles, pudiendo cerrar el acuerdo con garantías, de forma rápida y cómoda.
Pero, por desgracia, hay casos en que la contratación se realiza a través de otros medios, contactando directamente con el particular que dice gestionar el alojamiento, lo cual, a veces, puede hacer surgir serios inconvenientes.
Las sorpresas más desagradables suelen producirse con las características del alojamiento que en ocasiones no se corresponden con las ofertadas (número de plazas, electrodomésticos, ubicación, ruidos…) o bien que el estado de conservación y mantenimiento no sea el adecuado. En estos casos no nos encontramos en supuestos de estafa, pues efectivamente se nos ha ofrecido el servicio de alojamiento, pero sí podemos considerar que el contrato ha sido incumplido, pues no han sido respetadas las condiciones estipuladas.
¿Qué hacer si no se cumplen las condiciones de contratación del alquiler vacacional?
Lo primero será recopilar toda la documentación relacionada con la contratación del alojamiento, como contrato, justificantes de pago, mensajes de Whatsapp, correos electrónicos, capturas de pantalla…
Será igualmente necesario recabar pruebas de las deficiencias detectadas (fotos, videos, grabaciones en caso de ruidos…) y solicitar al propietario la hoja de reclamaciones que ha de ponerse a disposición de los huéspedes, reflejando en la misma los motivos de incumplimiento, para ponerlo en conocimiento de las autoridades de la Comunidad Autónoma correspondiente.
¿Qué hacer si después de haber pagado no se nos ofrece el servicio de alojamiento vacacional?
Puede suceder también que, una vez en el lugar de destino, comprobemos que el apartamento que hemos alquilado no existe o bien que pertenece a otra persona distinta a la que nos lo ha ofrecido. En estos casos nos encontramos ante unos hechos que pueden ser constitutivos del delito de estafa.
Al igual que en el caso anterior, será muy importante recopilar todas las pruebas, incluyendo, si es posible, la identificación, teléfono y correo electrónico del autor.
A continuación, debemos presentar denuncia en la Policía Nacional o Guardia Civil del lugar en que se encuentra el alojamiento, pues es posible que los mismos hechos hayan sido denunciado por otros afectados.
Los autores de este tipo de estafas se enfrentan a penas de entre 6 meses y 3 años.
¿Qué precauciones debemos tener al contratar un alquiler vacacional?
Antes de contratar es fundamental verificar los términos legales de la página web sobre la garantía que se nos ofrece en caso de tener problemas con nuestro alquiler turístico. Si la contratación se realiza directamente con el propietario, resulta recomendable solicitar documentación (DNI, nota simple, recibo de IBI…) y es fundamental suscribir un contrato de arrendamiento de alquiler por temporada.
Una herramienta muy útil para comprobar que el inmueble que queremos alquilar existe y reúne los requisitos legales es comprobar si se encuentra inscrito en el Registro de Turismo de la Comunidad Autónoma a la que pertenezca.
En cualquier caso, en el caso de encontrarnos con problemas en nuestro alojamiento vacacional, resulta recomendable acudir a abogados especializados.
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