Por el año 1998, se había restablecido la comunicación entre el Ayuntamiento de Vélez-Málaga y los colectivos ecologistas, deterioradas años atrás y que originó la creación de la coordinadora ecologista (CECA) como espacio alternativo. En efecto, una moción de censura contra el equipo de gobierno anterior, presidido por Antonio Toboso, permitió la entrada de una coalición de PSOE (Souvirón), Pax (Miguel Delgado), GIPMT (Rincón) y IU (María Victoria Naranjo). En esta ocasión, María Victoria Naranjo se hizo cargo de la Concejalía de Cultura, mientras que Salvador Marín lo hizo para Medio Ambiente, por lo que fue el presidente del Consejo Municipal de Medio Ambiente. Durante esta legislatura hubo un buen flujo de información por parte del ayuntamiento en aspectos muy diversos, como la recogida selectiva de basuras de distinto tipo y por parte del Consejo hubo muchas aportaciones, algunas de las cuales no se pudieron realizar por diversos motivos.
Situados ya en el año 1999, volvimos a nuestros estudios de la naturaleza de la Axarquía, esta vez centrados en el Macizo de Vélez, la 5ª unidad paisajística de las nueve en que dividimos la Axarquía. Este territorio se extiende desde el valle del río Vélez hasta Nerja. siendo bordeado por el norte por las sierras Tejeda y Almijara. Es un territorio de orografía intrincada, con numerosas lomas y valles, donde tradicionalmente se ha cultivado el policultivo de viña, almendro y olivo. Al ser un lugar muy transformado por la agricultura, también incluimos en su estudio la dimensión agronómica. Como en otros lugares similares, la densa utilización del suelo, aunque no afectaba a los afloramientos geológicos, nos impedía ver la vegetación silvestre autóctona, así como su fauna, que tuvimos que restringir a los “menchones”, parcelas abandonadas, donde crece la vegetación silvestre, y a algunas pequeñas dehesas, como la de Bentomiz. El resultado fue otro grueso volumen titulado Aproximación a la naturaleza geológica, biológica y agronómica del Macizo de Vélez, subtitulándolo como “Propuesta para un desarrollo sostenible”, que alcanzó las 571 páginas. Sus autores son prácticamente los mismos que los del estudio anterior, incluyendo a las nuevas incorporaciones anteriores de José Mayorga y Rafael Ruiz, así como la del arqueólogo Emilio Martín. En este estudio se puso en valor las terrazas con balates, que hicieron posible la agricultura en laderas de altísima pendiente, como las encontradas en Arenas, a la vez que frenaban la erosión por escorrentía. Por aquel entonces habíamos participado en el Homenaje al Balatero de Arenas, con un pregón, por invitación del alcalde de este municipio. Precisamente, más adelante este tipo de construcciones agrarias fueron hechas mediante muros de piedra en seco, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad. Además, en este libro hicimos nuestra primera propuesta de desarrollo sostenible, un concepto desconocido o mal entendido en estas tierras.
Por aquel tiempo establecimos una relación con el Centro de Desarrollo Rural (CEDER) de la Axarquía, una asociación que administraba fondos FEDER de la Unión Europea, para el desarrollo de zonas rurales. Nos ofrecimos para realizar un trabajo de divulgación de los valores naturales de la comarca de la Axarquía, pues ya disponíamos de suficientes datos, tomados directamente en el campo, durante nuestras excursiones de estudio, en las investigaciones precedentes. Este centro, con el que finalmente firmaríamos un acuerdo de colaboración mutua, accedió a la publicación de una serie de manuales dirigidos especialmente a los senderistas, con lo que ofrecíamos un recurso valioso a ofrecer para el desarrollo de una modalidad de turismo blando que podría beneficiar a los pueblos del interior de la Axarquía. La publicación fue encargada a la editorial Málaga Digital, a la que nosotros suministramos los textos y las diapositivas en color que debía ilustrarlos. A diferencia de los libros escritos hasta ahora, éstos fueron publicado en color, hecho que les dio un atractivo adicional. Todos los libros tenían una primera parte, en la que describíamos los aspectos geográficos, arqueológicos, geológicos y biológicos, y una segunda parte en la que describíamos aproximadamente una docena de itinerarios, con varias paradas, en las cuales describíamos los elementos naturales dignos de ser observados por los senderistas. El primer manual que se publicó en 1999 y se titulaba Por el Corredor de Colmenar-Periana, con 244 páginas, en cuya parte general describíamos con detalle el sistema de la Presa de la Viñuela. Al año siguiente (2000) salió el titulado Por el Macizo de Vélez (153 páginas), y finalmente, en el 2001, aparecieron los dos de las sierras: Por la Sierra de Tejeda (208 páginas) y Por la Sierra de Almijara (250 páginas), los primeros libros de itinerarios naturalísticos escritos en la Axarquía.
Aparte, desde la sección del Seminario Permanente de Ciencias Naturales de la Axarquía, seguíamos elaborando materiales didácticos dirigidos al profesorado de ciencias. Como siempre, estos manuales constaban de una Guía del alumno (relación de actividades de investigación a realizar por el alumnado) y una Guía del profesor (comentarios sobre estas actividades e información adicional dirigida al profesorado). Así, en 1996 publicamos la Guía didáctica del Parque Natural de los Montes de Málaga, y en el año 2000 publicamos la Guía didáctica del entorno del Embalse de la Viñuela, ambos trabajos fueron editados por la Consejería de Educación, a través del CEP de la Axarquía, que también organizó cursos de formación dirigidos al profesorado que estuviera interesado en estas propuestas educativas.
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