A estos difíciles días de confinamiento en los que nuestro país muestra la mejor y la peor de sus caras.
Literatura
Crónica “Pisacacas”
Hace unos días una jovencita paseaba su American Staffordshire Terrier, comúnmente los llamamos “American”. Iba con su perra por el parque muy distraída con su móvil hasta que le tocan el hombro y casi se desmaya del susto.
Elegía a un poeta portuense
A mi tío José Ignacio Rosso Sánchez; quien fuera uno de los poetas principales de mi infancia.
Las aventuras de peto, un detective completo (XII)
Después de consultar con el espíritu de mi bisabuelo, hablé con mi tío.
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Cádiz, Sevilla, Granada
Hoy quiero brindar, señores
por mi gente y su alegría;
por muchos años de vida
entregado a las pasiones
de mi tierra, Andalucía.
Las aventuras de peto, un detective completo (XI)
El lunes por la mañana, el rostro de la seño radiaba felicidad y mucho más cuando encontró a Marisa. Hablaron, pero no pude escuchar su conversación. Podría apostar que hablaban de mi tío. Si yo los reuní, ¿por qué me ignoraban? A lo mejor salía ganando, ¿cómo?, ganando una tía si llegaran a casarse. A petición mía, mamá se encargaría de informar a la seño como los reuní.
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Producto de un pueblo
¡Qué difícil ser poeta en esta España tan dura!
¡Qué dolor y qué tortura ser loco andaluz del verso!
Que si el piropo ya ha muerto y la clase y la dulzura
han dado paso a la hambruna, la ignorancia y al silencio,
La muerte súbita en gatos
Trancas era nuestro gato. Blanco como la nieve y travieso como diez demonios.
Adiós, araucaria mía
Al ejemplar de araucaria excelsa del colegio de Safa San Luis Gonzaga de El Puerto de Santa María, talada en diciembre de 2019 por motivos de seguridad
Las aventuras de peto, un detective completo (X)
—¿Me gustaría saber qué le trajeron los Reyes a Rafa?–pregunté a la seño el 8 de enero.
—¡Nada!, ya se lo he preguntado. Veamos que pidió en la carta que escribió en clase.
—Pidió una riñonera como la tuya y un trabajo para su padre. Yo me encargo de la riñonera y tú de buscarle trabajo –respondió la señorita Carmen.
—¡Ya me tocó el marrón! –exclamé (espero que el bisabuelo me solvente la papeleta)
Buscamos la ficha del padre de Rafa para ver su profesión. Era: albañil, fontanero, escayolista y pintor de exteriores e interiores.
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