Un año más, el Clínicas Rincón Amivel refrendó en la pista lo que lleva alardeando año tras año en la última década: ser el rey absoluto del baloncesto en silla de ruedas andaluz. Esta vez además lo hizo en casa, en el Pabelllón Municipal de Vélez-Málaga, haciéndose de su séptima Copa de Andalucía. El club veleño es el único representante en la máxima categoría en nuestra región y eso se dejó notar en esta competición. Un hecho que por acostumbrarnos a ello en los últimos tiempos no tiene menos importancia ya que es un lujo para nuestro municipio ser referente andaluz en un deporte lo que hace grande a su vez a Vélez-Málaga en el panorama deportivo. Amivel ha ganado así las seis últimas ediciones y como nos comentaba la propia presidenta de la Asociación Amivel, Cristina Quintero, pese a la diferencia de categoría con el resto de participantes, había que jugarlo en la pista. Paco Aguilar, técnico del equipo, aseguraba que en un torneo en el que Clínicas Rincón Amivel tiene más que perder que ganar, ya que se ve en la obligación de ganarla por potencial, y “si la ganamos es lo que había que hacer pero si la perdemos, es que somos más malos que el diablo”, nos decía. Además, sin perder la dinámica de la preparación de la liga, ya que este torneo obligaba al club veleño a trasladar al martes festivo día 6 su desplazamiento en liga a Vigo sin apenas entrenar y tras afrontar estos dos compromisos en el fin de semana antes de tomar el autobús para 15 horas de viaje.
Clínicas Rincón Amivel revalida así su título este pasado domingo día 4 en una competición, la XXVIII Copa de Andalucía de BSR, que llegaba a Vélez-Málaga por primera vez en su historia en una apuesta desde la Concejalía de Deportes por hacerlo realidad para un club que desde que se creara en el año 1979 ha participado en la cita con asiduidad y nunca había podido traerla a la Axarquía.
Esta vez se citaban con Clínicas Rincón Amivel, único equipo de la División de Honor, y los tres conjuntos pertenecientes a la Primera División en su Grupo Sur: Cludemi Almería, CDA Bahía de Cádiz y BSR Vistazul Dos Hermanas. El conjunto sevillano se presentaba como el rival más duro ya que permanece invicto en su categoría con el objetivo inmediato del ascenso para intentar recuperar el cetro andaluz para Sevilla tras la desaparición del histórico Once Andalucía que dominó muchos años el baloncesto adaptado en nuestra comunidad autónoma.